El abuso a los más indefensos es una terrible realidad. Conocer el problema y tomar acciones para remediarlo es una responsabilidad para todos.
El maltrato infantil.
El maltrato infantil es, por desgracia, un problema generalizado en el mundo actual. Se entiende por maltrato infantil “el daño físico o psicológico que le inflige intencionalmente un adulto”, Burgess y Conger. Es "Cualquier acto por acción u omisión realizado por individuos, por instituciones o por la sociedad en su conjunto y todos los estados derivados de estos actos o de su ausencia que priven a los niños de su libertad o de sus derechos correspondientes y/o que dificulten su óptimo desarrollo", Centro Internacional de la Infancia de París.
“La naturaleza del maltrato es aterradora sin importar si se manifiesta en formas tan terribles como el castigo violento y el abuso sexual o en formas psicológicas más sutiles como el ridículo o los ataques directos contra el autoconcepto y la autoestima”, Craig, G..
El maltrato infantil es la denominación que reciben las agresiones que los adultos descargan sobre los menores, produciéndoles daños físicos y emocionales, afectando su desarrollo intelectual, educación y su adecuada integración a la sociedad. Generalmente son los familiares cercanos quienes de manera intencional los lesionan, con el pretexto de corregir su conducta por desobediencia o no cumplimiento de las tareas encomendadas (Desarrollo Integral de la Familia, México).
Tipos de maltrato infantil.
Es difícil hablar de este tema, cualquier tipo de maltrato infantil es inhumano. Los diferentes tipos de maltrato, definidos de múltiples formas son:
· Maltrato físico: Acción no accidental de algún adulto que provoca daño físico o enfermedad en el niño, o que le coloca en grave riesgo de padecerlo como consecuencia de alguna negligencia intencionada.
· Abandono físico: situación en que las necesidades físicas básicas del menor, (alimentación, higiene, seguridad, atención médica, vestido, educación, vigilancia...), no son atendidas adecuadamente por ningún adulto del grupo que convive con él.
· Abuso sexual: Cualquier clase de placer sexual con un niño por parte de un adulto desde una posición de poder o autoridad. No es necesario que exista un contacto físico (en forma de penetración o tocamientos) para considerar que existe abuso sino que puede utilizarse al niño como objeto de estimulación sexual, se incluye aquí el incesto, la violación, la vejación sexual (tocamiento/manoseo a un niño con o sin ropa, alentar, forzar o permitir a un niño que toque de manera inapropiada al adulto) y el abuso sexual sin contacto físico (seducción verbal, solicitud indecente, exposición de órganos sexuales a un niño para obtener gratificación sexual, realización del acto sexual en presencia de un menor, masturbación en presencia de un niño, pornografía...)
· Abuso sexual: Cualquier clase de placer sexual con un niño por parte de un adulto desde una posición de poder o autoridad. No es necesario que exista un contacto físico (en forma de penetración o tocamientos) para considerar que existe abuso sino que puede utilizarse al niño como objeto de estimulación sexual, se incluye aquí el incesto, la violación, la vejación sexual (tocamiento/manoseo a un niño con o sin ropa, alentar, forzar o permitir a un niño que toque de manera inapropiada al adulto) y el abuso sexual sin contacto físico (seducción verbal, solicitud indecente, exposición de órganos sexuales a un niño para obtener gratificación sexual, realización del acto sexual en presencia de un menor, masturbación en presencia de un niño, pornografía...)
· Maltrato emocional: Conductas de los padres/madres o cuidadores tales como insultos, rechazos, amenazas, humillaciones, desprecios, burlas, críticas, aislamiento, atemorización que causen o puedan causar deterioro en el desarrollo emocional, social o intelectual del niño.
· Abandono emocional: Situación en la que el niño no recibe el afecto, la estimulación, el apoyo y protección necesarios en cada estadio de su evolución y que inhibe su desarrollo óptimo. Existe una falta de respuesta por parte de los padres/madres o cuidadores a las expresiones emocionales del niño (llanto, sonrisa,...) o a sus intentos de aproximación o interacción.
· Síndrome de Münchhausen por poderes: Los padres/madres cuidadores someten al niño a continuas exploraciones médicas, suministro de medicamentos o ingresos hospitalarios, alegando síntomas ficticios o generados de manera activa por el adulto (por ejemplo mediante la administración de sustancias al niño).
· Maltrato institucional: Se entiende por malos tratos institucionales cualquier legislación, procedimiento, actuación u omisión procedente de los poderes públicos o bien derivada de la actuación individual del profesional que comporte abuso, negligencia, detrimento de la salud, la seguridad, el estado emocional, el bienestar físico, la correcta maduración o que viole los derechos básicos del niño y/o la infancia. Un problema de salud pública.
Indicadores de Maltrato Infantil.
El niño no sabe defenderse ante las agresiones de los adultos, tiene miedo y mucho dolor, no pide ayuda, esto lo sitúa en una posición vulnerable ante un adulto agresivo y/o negligente. Los niños que sufren maltrato tienen múltiples problemas en su vida que le imposibilitan un desarrollo adecuado de su personalidad, padece déficits emocionales, conductuales y socio-cognitivos.
Algunos de los indicadores, entre otros, que se pueden dar son:
En el niño:
Señales físicas repetidas (moretones, magulladuras, quemaduras...); niños sucios, malolientes, con ropa inadecuada, etc.; cansancio o apatía permanente (se suele dormir en el aula); cambio significativo en la conducta escolar sin motivo aparente; conductas agresivas y/o rabietas severas y persistentes; relaciones hostiles y distantes; actitud hipervigilante (en estado de alerta, receloso,...); conducta sexual explícita, juego y conocimientos inapropiados para su edad; niño que evita ir a casa o a la escuela (al sitio donde es el maltrato); tiene pocos amigos en la escuela; muestra poco interés y motivación por las tareas escolares; después del fin de semana vuelve peor al colegio (triste, sucio, etc.); presenta dolores frecuentes sin causa aparente; problemas alimenticios (niño muy glotón o con pérdida de apetito); falta a clase de forma reiterada sin justificación; retrasos en el desarrollo físico, emocional e intelectual; presenta conductas antisociales: fugas, vandalismo, pequeños hurtos, etc.; intento de suicidio y sintomatología depresiva; regresiones conductuales (conductas muy infantiles para su edad); relaciones entre niño y adulto secreta, reservada y excluyente; falta de cuidados médicos básicos.
Señales físicas repetidas (moretones, magulladuras, quemaduras...); niños sucios, malolientes, con ropa inadecuada, etc.; cansancio o apatía permanente (se suele dormir en el aula); cambio significativo en la conducta escolar sin motivo aparente; conductas agresivas y/o rabietas severas y persistentes; relaciones hostiles y distantes; actitud hipervigilante (en estado de alerta, receloso,...); conducta sexual explícita, juego y conocimientos inapropiados para su edad; niño que evita ir a casa o a la escuela (al sitio donde es el maltrato); tiene pocos amigos en la escuela; muestra poco interés y motivación por las tareas escolares; después del fin de semana vuelve peor al colegio (triste, sucio, etc.); presenta dolores frecuentes sin causa aparente; problemas alimenticios (niño muy glotón o con pérdida de apetito); falta a clase de forma reiterada sin justificación; retrasos en el desarrollo físico, emocional e intelectual; presenta conductas antisociales: fugas, vandalismo, pequeños hurtos, etc.; intento de suicidio y sintomatología depresiva; regresiones conductuales (conductas muy infantiles para su edad); relaciones entre niño y adulto secreta, reservada y excluyente; falta de cuidados médicos básicos.
En los padres y/o cuidadores:
Parecen no preocuparse por el niño; no acuden nunca a las citas y reuniones del colegio; desprecian y desvalorizan al niño en público; sienten a su hijo como una "propiedad" ("puedo hacer con mi hijo lo que quiero porque es mío"); expresan dificultades en su matrimonio; recogen y llevan al niño al colegio sin permitir contactos sociales; los padres están siempre fuera de casa (nunca tienen tiempo para...); compensan con bienes materiales la escasa relación personal afectiva que mantiene con sus hijos; abusan de substancias tóxicas (alcohol y/o drogas); trato desigual entre los hermanos; no justifican las ausencias de clase de sus hijos; justifican la disciplina rígida y autoritaria; ven al niño como malvado; ofrecen explicaciones ilógicas, contradictorias no convincentes o bien no tienen explicación; habitualmente utilizan una disciplina inapropiada para la edad del niño; son celosos y protegen desmesuradamente al niño.Estos indicadores pueden observarse en otros casos que no necesariamente se dan en niños maltratados, la diferencia más notable es que los padres maltratadores no suelen reconocer la existencia del maltrato y rechazan cualquier tipo de ayuda, llegando a justificar con argumentos muy variados este tipo de acciones; en cambio los padres con dificultades suelen reconocerlas y admiten cualquier tipo de ayuda que se les ofrezca.Algunas causas del maltrato al menor De las observaciones con que se cuenta se identifica que en un gran número de casos el agresor fue agredido en su infancia por sus padres, tutores o algún adulto, de la misma manera que ahora él lo hace con sus hijos; también se identifica que los padres carecen de capacidad para asumir la educación y responsabilidad que tienen de sus hijos; es probable que los adultos agresores tuvieron problemas de salud en los primeros años de vida; en gran número de casos los agresores se encuentran alcoholizados o drogados; la violencia familiar derivado de las diferencias entre la pareja, como puede ser la falta de recursos económicos, celos, incumplimiento de deberes en el hogar, etc.; la desintegración familiar; embarazos no deseados.Efectos del maltrato sobre el menorEntre los terribles efectos se ha encontrado que en la conducta del menor se observan temores y desconfianza y gran dificultad para establecer relaciones interpersonales profundas y estables, además de que los sentimientos de estima personal no se desarrollan adecuadamente en el menor, toda vez que se acepta el maltrato como algo que se merece por su desobediencia o incapacidades. Además, ante el maltrato los niños pueden responder con un comportamiento pasivos, se les observa tristes y sumisos, o con un comportamiento rebelde y agresivo, generalmente dirigida hacia otros niños. A nivel intelectual estos niños suelen presentar un retardo en su desarrollo y dificultades en el aprendizaje, como resultado de una pobre estimulación o desinterés de los padres en la educación de su hijo y, en parte, por temor del niño maltratado frente a las consecuencias de un posible nuevo error o fracaso.
Estos indicadores son señales de alarma que pueden “indicar una situación de riesgo o maltrato, teniendo en cuenta que éstos por sí solos no son suficientes para demostrar la existencia de maltrato sino que además debemos considerar la frecuencia de las manifestaciones, cómo, dónde y con quién se producen.
Los hijos merecen tener buenos padres
Un hijo es un don. “En la familia, comunidad de personas, debe reservarse una atención especialísima al niño, desarrollando una profunda estima por su dignidad personal, así como un gran respeto y un generoso servicio a sus derechos” JPII, Familiaris Consortio, no. 26.
¿Qué pasa con las familias que no acogen a sus hijos, que no los llenan de amor? ¿Qué pasa por la mente de los padres que maltratan a sus hijos directamente o que lo hacen indirectamente al dejarlos al cuidado de otros que los maltratan? No podemos entenderlo, a pesar de los estudios psicológicos y sociales que se hacen al respecto para tratar de conocer este fenómeno, nunca quedará claro, ninguna respuesta será suficiente.
Los hijos merecen amor, merecen nacer en el seno de una familia constituida, merecen ser deseados y acogidos. El alma de un niño es amorosa, inocente, buena, generosa. ¿Cómo puede existir alguien que se atreva a lastimar y a dejar huellas imborrables en el corazón de un niño? ¿Con qué derecho les roban, les arrancan la felicidad? ¿Con qué derecho les destruyen su vida?
Un hijo es el regalo más grande que puede existir, es una vida nueva “La acogida, el amor, la estima, el servicio múltiple y unitario –material, afectivo, educativo, espiritual- a cada niño que viene a este mundo, deberá constituir siempre una nota distintiva e irrenunciable de los cristianos, especialmente de las familias cristianas; así los niños, a la vez que crecen “en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres”, JPII, Familiaris Consortio, no. 26
No seamos ciegos, luchemos por combatir este terrible mal que atenta contra la dignidad de la esperanza de la humanidad: los niños. Busquemos que los padres sean buenos padres, que las personas perturbadas psicológicamente reciban ayuda profesional, que los padres que rechacen a sus hijos o los maltraten reciban un castigo justo y la custodia de los pequeños se dirija a quien en verdad los ame y los reciba como lo que son, un don divino.
Es increíble ver las noticias, escuchar la radio o abrir algún sitio de internet y enterarse de la dolorosa y escalofriante realidad que azota a los más indefensos: los niños.
Noticia relacionada con el maltrato infantil:
Hace poco en México, salió en las noticias un video casero filmado por el padre de una criatura de un año ocho meses de edad en el que una mujer -que llevaba 7 años viviendo con la familia y trabajando como la nana del pequeño- golpeaba, quemaba y azotaba al niño. Los padres del niño decidieron esconder una cámara de video en un lugar estratégico para poder captar imágenes del trato de la nana hacia su hijo, pues algo ya sospechaban... Al ver el video los padres indignados acusaron a la mujer ante las autoridades mostrando la evidencia que es realmente impactante, uno no soporta continuar viendo esa canallada conforme transcurre el tiempo. Sin embargo, la dolorosa resolución de la juez fue: una fianza de $5,000.00 (aproximadamente $500.00 US dólares) y la dejó en libertad... pues no halló motivos para procesarla... verdaderamente increíble.
Este es uno de los millones de casos que por desgracia se dan en el mundo hoy en día. ¿ Posibles soluciones?muchas, desde el endurecimiento de las penas hasta retirar la custodia a aquellos padres que quede demostrado que no estan capacitados para ocuparse de sus hijos y atenderles como es debido. La sociedad debe concienciarse y si en algún momento sabe de algún caso de este tipo, debe denunciarno y no hacer oidos sordos ya que se trata niños indefensos que no pueden hacer nada por defenderse.